Y algunas veces al caer la noche, como esta por ejemplo; no puedo evitar extrañarte en mi cama, tu brazo acariciando mi espalda, mi cabeza en tu pecho y tu boca pronunciando un "ya, duerme pequeña".
No es siempre... no duele. Ya no duele, pero el sentimiento aún no muere.
No hay comentarios:
Publicar un comentario