domingo, 28 de diciembre de 2014

055

En el momento que decidí que te dejaría ir lo supe, que dolería, dolería tanto porque por dentro en realidad deseaba aferrarme a tus manos, a tu abrazo.

Pedí tantas veces a Dios que si no había posibilidad de un nosotros te alejara, que no permitiera que vinieras a meterte en mi vida, que no tuvieras ninguna clase de influencia en ella. Pero eso no lo decido yo y mírame aquí, mirando las paredes de esta fría y absurda habitación, echándote en falta.

Hay momentos en los que realmente espero que también me extrañes un poco, que vengas y me digas que todo es una tontería, que nuestra no-relación no tenía por qué terminar. Mas comprendo que no hay un tú y yo. NUNCA lo hubo. A pesar de todo, las interminables platicas, esos abrazos en los que me hacías pensar que si me soltabas algo malo pasaría. Tus metas, mis metas. Nuestros sueños.

Se acabo todo y ni siquiera hay indicios de que te importe. Es así, de un día a otro me convertí de nuevo en nada. Y aunque de eso se tratará, no deja de doler.

sábado, 27 de diciembre de 2014

054

Y aún sabiendo que te iba a perder, me quedé y te amé...

Y es que es así, amar a medias a mi no se me da.

domingo, 14 de diciembre de 2014

053

Hoy, después de tanto tiempo...
...volví a pensar en ti. Justo al terminar de leer otro de mis libros. Me descubrí con la cara cubierta de lágrimas y entonces fui consiente de toda esta situación. Nuestra situación. No sé en que momento nos perdimos. Pero lo hicimos.
Debo confesar que no extraño lo que pudo ser, no extraño aquellos planes sin concretar. Más que extrañar, me dolió haber olvidado quién era yo, que en mi intento de borrar el recuerdo de aquel agosto que tanto dolió, me borrara a mi. Todo lo que hice, todo aquello que logre.
Nos abandono la magia, la complicidad. Dejamos de ser esos amigos que se molestaban y que se querían aún más. Es triste porque la verdad es que ya no deseo volver a ello nunca. Porque ahora entiendo que estuviste por esos años, todo lo que debías estar. Que me enseñaste mucho, que me abriste los ojos al mundo y me enseñaste a volar y eso, amigo mío, es algo que nunca en la vida voy a poderte pagar.
Y es que, hace tanto te marchaste de aquí, que ya no recordaba todo lo que nos toco lidiar-enfrentar-vivir.
Sigo deseando con todas mis fuerzas que no te detenga esa enfermedad. Y sólo porque sé que siempre has de preguntar, he de decirte que a mi no me esta yendo nada mal. Por fin todo empieza a acomodarse en su lugar. Estoy bien. Llevabas mucha razón.

domingo, 23 de noviembre de 2014

052

- Always

Y así, tan fácil a revolotear de nuevo las mariposas en mi estomago.
Y así, a pesar de las repetidas ocasiones en que he dicho NO te instalas un poco más en mi corazón.
Y así, viene la sonrisa estúpida en mi rostro. ESA sonrisa.

Y es que, no puedo negarlo. Para bien o para mal, has sabido jugar tus cartas y por más paredes que me he empeñado en levantar, has traspasado cada una de ellas. Sumas puntos aún cuando yo quiera restarlos.

Y así, nada más, escribo acá que me gustas, que YA te quiero. Que no es fácil, que no lo quería, que estoy aterrada y que aún no sé, si preguntándomelo de frente, yo lo aceptaría.

martes, 18 de noviembre de 2014

051

Y al final de todo, de cada decisión tomada, de cada camino elegido, sé que estas ahí... que no me dejaras allí. Porque aún cuando no tengo nada, descubro que lo tengo todo.

jueves, 13 de noviembre de 2014

050

A pesar de los intentos, de las tantas negaciones. Te has metido por completo entre cada pensamiento.
Quiero más alternativas, que me ayuden a seguir. A no confiar aunque hoy de lleno, este creyendo nuevamente en ti.

Y es que todo lo que digo, lo que pienso y lo que hago, al final me lleva a ti.

sábado, 18 de octubre de 2014

049

¿Cuántas veces más necesitas marcharte para saber qué es lo que deseas?

- Sólo dame chance, ahora que regrese...
- No.
- ¿Cómo?
- Ahora que regreses ¿qué? No va a cambiar nada, ¿no te das cuenta? Es siempre más de lo mismo.
- Lo sé.
- Bien.
- Perdón, es que en este momento tengo la cabeza echa bola como no tienes idea.
- Créeme, tengo idea. Tengo muchísima idea, por eso te digo que no. Lo siento, pero no puedo estar esperando, no se trata de eso.
- Lo sé, sólo... tu sabes que quiero y estoy siendo sincero contigo. Sé que habíamos quedado en algo y bueno...
- No pasa nada.
- ¿Cómo?
- No pasa nada.
- No quiero hacerte sentir mal, no era mi intención, sé que sabes que no iba por ahí.
- No pasa nada, lo sé.
- Yo...
- Esta bien, ya. Relájate ¿quieres? No hay nada de que preocuparse, te comportas como si nuestra relación fuera de otro tipo y no es así.
- Lo sé, es sólo que siempre termina siendo todo igual, siempre lo arruino contigo.
- Ya estoy acostumbrada (sonrisa).
- ¿No estas enojada?
- No.
- No quiero que te sientas mal.
- No estoy mal. Tranquilo ¿okey? Estoy bien. Ve y haz tus cosas, no soy alguien por quién debas preocuparte, ya deberías saberlo.
- De verdad lo siento.
- Esta bien, anda.
- Vale, te mandaré un mensaje después.
- Okey.

Y me niego rotundamente. Porque un hombre y una mujer que no han superado a su pasado pueden convertirse en el arma más mortal contra el otro. No voy a vivirlo de nuevo.

jueves, 9 de octubre de 2014

048

- ¿Estas jugando conmigo, verdad?
- No lo estoy, lo digo en serio.

Lo que no digo es que todo tiene una razón, que no estoy siendo completamente sincera, porque nuestra próxima reunión no será  sólo para ver una película, hablar de cosas estúpidas por horas, ir a comer o pasear por allí sólo porque podemos.

Este ciclo tiene que cerrar, antes de que alguno de los dos salga herido, antes de que logremos acostumbrarnos demasiado a la presencia del otro, porque, lo hemos sabido desde siempre... esto no tiene, ni tendrá un "quizá", aún cuando insistas en que por alguna razón nos encontramos aún acá.

Y lo siento, lo siento tanto.

martes, 7 de octubre de 2014

047

"Ya déjalo ir" has dicho, "no puedes vivir con ese miedo por siempre, las personas nos lastiman todo el tiempo, no puedes negarte la oportunidad de que alguien más se acerque a ti por ello, ya te has castigado demasiado tiempo, relájate un poco, deja de ser tan aprehensiva y jodidamente injusta contigo cada que las cosas no salen como planeas".





jueves, 28 de agosto de 2014

Sal con una chica que lee

Por Rosemary Urquico

Sal con alguien que se gasta todo su dinero en libros y no en ropa, y que tiene problemas de espacio en el clóset porque ha comprado demasiados. Invita a salir a una chica que tiene una lista de libros por leer y que desde los doce años ha tenido una tarjeta de suscripción a una biblioteca.

Encuentra una chica que lee. Sabrás que es una ávida lectora porque en su maleta siempre llevará un libro que aún no ha comenzado a leer. Es la que siempre mira amorosamente los estantes de las librerías, la que grita en silencio cuando encuentra el libro que quería. ¿Ves a esa chica un tanto extraña oliendo las páginas de un libro viejo en una librería de segunda mano? Es la lectora. Nunca puede resistirse a oler las páginas de un libro, y más si están amarillas.

Es la chica que está sentada en el café del final de la calle, leyendo mientras espera. Si le echas una mirada a su taza, la crema deslactosada ha adquirido una textura un tanto natosa y flota encima del café porque ella está absorta en la lectura, perdida en el mundo que el autor ha creado. Siéntate a su lado. Es posible que te eche una mirada llena de indignación porque la mayoría de las lectoras odian ser interrumpidas. Pregúntale si le ha gustado el libro que tiene entre las manos.

Invítala a otra taza de café y dile qué opinas de Murakami. Averigua si fue capaz de terminar el primer capítulo de Fellowship y sé consciente de que si te dice que entendió el Ulises de Joyce lo hace solo para parecer inteligente. Pregúntale si le encanta Alicia o si quisiera ser ella.

Es fácil salir con una chica que lee. Regálale libros en su cumpleaños, de Navidad y en cada aniversario. Dale un regalo de palabras, bien sea en poesía o en una canción. Dale a Neruda, a Pound, a Sexton, a Cummings y hazle saber que entiendes que las palabras son amor. Comprende que ella es consciente de la diferencia entre realidad y ficción pero que de todas maneras va a buscar que su vida se asemeje a su libro favorito. No será culpa tuya si lo hace. Por lo menos tiene que intentarlo.

Miéntele, si entiende de sintaxis también comprenderá tu necesidad de mentirle. Detrás de las palabras hay otras cosas: motivación, valor, matiz, diálogo; no será el fin del mundo. Fállale. La lectora sabe que el fracaso lleva al clímax y que todo tiene un final, pero también entiende que siempre existe la posibilidad de escribirle una segunda parte a la historia y que se puede volver a empezar una y otra vez y aun así seguir siendo el héroe. También es consciente de que durante la vida habrá que toparse con uno o dos villanos.

¿Por qué tener miedo de lo que no eres? Las chicas que leen saben que las personas maduran, lo mismo que los personajes de un cuento o una novela, excepción hecha de los protagonistas de la saga Crepúsculo.

Si te llegas a encontrar una chica que lee mantenla cerca, y cuando a las dos de la mañana la pilles llorando y abrazando el libro contra su pecho, prepárale una taza de té y consiéntela. Es probable que la pierdas durante un par de horas pero siempre va a regresar a ti. Hablará de los protagonistas del libro como si fueran reales y es que, por un tiempo, siempre lo son.

Le propondrás matrimonio durante un viaje en globo o en medio de un concierto de rock, o quizás formularás la pregunta por absoluta casualidad la próxima vez que se enferme; puede que hasta sea por Skype.

Sonreirás con tal fuerza que te preguntarás por qué tu corazón no ha estallado todavía haciendo que la sangre ruede por tu pecho. Escribirás la historia de ustedes, tendrán hijos con nombres extraños y gustos aún más raros. Ella les leerá a tus hijos The Cat in the Hat y Aslan, e incluso puede que lo haga el mismo día. Caminarán juntos los inviernos de la vejez y ella recitará los poemas de Keats en un susurro mientras tú sacudes la nieve de tus botas.

Sal con una chica que lee porque te lo mereces. Te mereces una mujer capaz de darte la vida más colorida que puedas imaginar. Si solo tienes para darle monotonía, horas trilladas y propuestas a medio cocinar, te vendrá mejor estar solo. Pero si quieres el mundo y los mundos que hay más allá, invita a salir a una chica que lee.

O mejor aún, a una que escriba.

domingo, 3 de agosto de 2014

045

Al amor le he escrito tanto como al horroroso dolor de perderlo. He llorado, he gritado, he pasado noches terribles buscando consuelo que pareciera no llegar jamás.
Se dice que es más fácil escribir cuando estamos tristes, que es la forma que tenemos de sacar todo el dolor que nos invade y del cuál no podemos deshacernos aunque pasen las horas, aunque pasen los días. Pero pasa, siempre pasa.
Y entonces, me pregunto ¿alguien le escribe alguna vez al perdón?
Yo te perdono por aquel daño que consciente o inconscientemente pudieras haberme ocasionado.
Te pido perdón por aquel mismo daño que te pudiera haber causado.
Y me pido perdón a mi. Por haber dejado que el dolor me cegara y me hiciera olvidar que a pesar de todo yo te quería. Que no es tu culpa, ni mi culpa que lo nuestro hubiera terminado, que hay personas que simplemente no están destinadas a ser, me disculpo por no haberte podido hacer lo feliz que hubiese deseado, pero entiendo que no era lo que tu necesitabas.
No sé si es por el tiempo, no sé si es porque estoy creciendo, porque por fin el dolor se apago y puedo seguir adelante, pero hoy, ya no tengo miedo.

domingo, 20 de julio de 2014

044

Mientras escuchaba venían recuerdos a mi, recuerdos de cómo la noche rompía mi corazón, las incontables noches en que mis lágrimas salían incontrolables de mis ojos, de cómo cada palabra o frase escuchada desgarraba todo lo que quedaba en mi interior.

Cuántas veces quise correr a tus brazos, cuántas veces quise pedirte que recordaras nuestras promesas, nuestro amor... que recordaras cuando dijiste "no habrá nada, ni nadie que logre alejarme nunca de ti", no recuerdo haber sentido un dolor tan intenso en mi vida, pero ahí estaba... recordándome en cada respiración que me habías dejado ir.

Y ahora, casi un año después... todo parece tan lejano. No estas, no estoy. Simplemente ya no es.

Ahora eres diferente, me han repetido en algunas ocasiones. Te pasan cosas malas, pero ya no te dejas hundir, sonríes, convives, VIVES. La depresión sigue siendo parte de mi y por las noches al irme a la cama sigo extrañando tu compañía, tus brazos y aquel "buenas noches", pero aprendí a dejarte ir, a no encerrarme en la nada y lamentarme por que las cosas no salen siempre como deseo. Y eso, amigo mío... Ya es mucho.

miércoles, 28 de mayo de 2014

043

Entonces, estando acá, me tope con esta canción. Interpretada por dos grandes para mi.
Amo su música, sus letras, sus voces.
Admiradora desde hace años de uno, acabando de conocer hace poco más de un año al otro.
Me lo has presentado tú. Me enamoré por ti.
Los encontré interpretando juntos, me emocioné y no pude correr como siempre a decir "ESCUCHA ESTA CANCIÓN"
Ellos están juntos, pero tu y yo no. De ninguna forma posible. Me rendí. Por fin.
Y aunque jamás lo admita, me quede así, como dice la canción "A medio vivir", porque el hombre al que tanto quise y admire, ahora sé que murió un día, es sólo yo no me enteré. Hasta ayer.

domingo, 18 de mayo de 2014

042

¿Es realmente posible que no puedas darte cuenta siquiera?
¿Cómo es que siempre logras hacerme sentir mierda?
Me ahogo entre gritos y golpes a la pared.
Y te digo como algún día leyera en alguno de mis libros: "BAJATE DE MI MALDITA ESPALDA"
¿Qué más quieres de mi? ¿De verdad no te das cuenta de que duele?
¿No te importa? No. No te importa nada. No te importo YO.

martes, 13 de mayo de 2014

041

¿Recuerdas a esa chica de intensa mirada?
Aquella que te arrancaba sonoras carcajadas.
¿Recuerdas todas esas ocasiones en que le dijiste que la amabas?
¿La recuerdas sonrojada? Sus desplantes, sus pasiones.
¿Recuerdas cómo ella siempre estaba?
Cuánto podía hacerte ver que le importabas.

Yo le recuerdo, ahora mismo le recuerdo.
Su risa, sus bromas, su amor, su entrega.
Sus labios, sus sueños, sus miedos.

Ella era real ¿lo recuerdas?

Pues hoy aquí, lejos de ti, lejos de toda la bruma, lejos de todo el dolor que dejo aquel día tu partida, puedo verla de nuevo viva.

Mantente lejos, porque lo juro... si te acercaras ahora a ella... de nuevo te enamorarías.

Y así, sin más... segura estoy... De nuevo la destruirías.

domingo, 9 de marzo de 2014

040

Sé lo que estas haciendo.

Es probable que no diga nada, que siga el juego y que te trate como siempre. Pero lo digo en serio, sé lo que estas haciendo.

Conozco el juego, no lo olvides. Te conozco demasiado. 

Estas escapando y has recurrido al lugar aquel que te hacía olvidar. Que te distraía y te hacía pensar que las cosas tal vez ahí eran mejor. Siempre tuvimos nuestro propio mundo, uno donde nadie más podía entrar, aquel donde nadie nos podía tocar, nada nos podía dañar.

No has vuelto por amor, has vuelto por temor a no poder afrontar las consecuencias de la decisión que has tomado y mi adorado y dulce amigo... no me engañas a mi, pues deberías recordar que siempre sé un poco más, aún cuando las palabras no salgan de tu boca.

No es reproche. Aclaro.

Este es tu sitio. Siempre habrá espacio para ti. Porque no estas solo, nunca has estado solo y ahora mismo comparto toda esa rabia que te inunda, esa impotencia de no poder estar donde realmente quieres estar. Porque la vida es así y uno no siempre puede tener lo que desea. Porque a veces no basta con querer y de nada me servirá decirte que todo estará bien. Yo sólo... yo sólo puedo estar.

sábado, 8 de febrero de 2014

039

Siempre tuve miedo de ¿qué pasaría si un día el amor se fuese de nosotros? Temía que mi vida no sería igual. No me equivoque, definitivamente no era igual, mi vida cambio, tu cambiaste, pero también...cambie yo.

Entonces me di cuenta de que a pesar de todos esos cambios, de que tu vida y la mía ya no estaban más unidas, la mía seguía siendo maravillosa. Porque aunque no estés, tengo a la persona que más necesito conmigo. ¡A MI!

Gracias por hacer que me ame cada día más, no podría estar más agradecida contigo.

lunes, 3 de febrero de 2014

038

Uno podría pasar el resto de su vida preguntándose el ¿por qué? de aquellas cosas que no sucedieron como lo hubiese planeado. Pero, ¿qué caso tendría? No se puede uno pasar la vida de esta manera, no podemos pretender que todas las personas sean completamente sinceras ni nada parecido. La única verdad a la que realmente podemos agarrarnos con fuerza es a la nuestra.

El mundo esta lleno de engaños, tal parece que hoy en día creer es demasiado improbable. Sin embargo, soy una persona que lo hace, que cree en los demás y por ello ha sufrido demasiadas decepciones. He pensado en mi gran estupidez por hacerlo, pero ahora mismo no me arrepiento. Porque no he sido yo quién ha fallado.

Puede el mundo mentir eternamente, pero a la única persona a quién le estarían fallando es así mismos. Yo no quiero fallarme, no quiero engañarme y no quiero nunca, dejar de ser quién soy. Porque me gusto así y lo que es aún mejor... ME QUIERO así.