lunes, 28 de octubre de 2013

035

Es hoy que después de tantas noches de insomnio por fin lo comprendí, por fin lo acepte y me resigne. La angustia ha llegado a su fin, porque he podido darme cuenta de que definitivamente no merecía este dolor, todas esas horas llorando y preguntandome si podía haber hecho más, no lo merecía, pero tenía que pasar. No es a ti a quién debía dejar libre, porque lo he hecho hace ya unos meses, era a mi a quién necesitaba liberar de toda esta agonía, de toda esta culpa. No importan los ¿cómo? mucho menos los ¿por qué? ¿de qué me servirían ahora?.

Pensando en ti es que llegue al inicio de esta historia y entonces supe que todo lo que ocurrió valió la pena. Que sin duda nuestra historia fue única e inigualable, simplemente por eso, porque era nuestra y como tu tantas veces dijiste, no hay nadie en el mundo que pudiese ser capaz algún día de comprender esta complicidad. No habrá nadie nunca en este mundo que pueda destruir lo que existió, que pueda sacarnos de la vida del otro.

¿Qué más da si nuestros besos perteneceran a otros labios? ¿Qué más da si nuestros cuerpos no le perteneceran al uno o al otro? ¿Qué más da mañana? Si lo más importante ya esta escrito en nuestros cuerpos, en nuestras almas.

Intente decirte no, intente decirme no. Que bueno que no lo hice. Y si un día lees esto, sólo quiero que sepas que definitivamente vivirás en mi por siempre, que agradezco las risas, los llantos, la preocupación, los viajes, el aprendizaje, la ilusión y el amor con el que llenaste mi vida. Que pase lo que pase, estes físicamente o no en este mundo (rezo cada día porque esa horrible enfermedad no te robe tiempo ni calidad de vida) agradeceré eternamente que cambiaras mi vida.

Ahora sí, estoy lista. Mi querido chico ingles, finalmente estoy lista.

viernes, 25 de octubre de 2013

034

Como niña pequeña, volvió a llorar. Ahogando los gritos contra la almohada, sintiendo como por dentro todo se desgarraba. Y ¿de qué servía? si de todos modos los sentimientos no se marcharían.