miércoles, 28 de agosto de 2013

021

Otro objeto más que impacta contra las paredes de su cuarto. Histérica, no hay otra palabra que la defina mejor, esta enfadada... totalmente enfadada consigo misma. Y entonces piensa o tal vez es que no piensa, porque la sangre hierve y se da cuenta frente al espejo que no hay nadie capaz de hacerle tanto daño como aquel que ella misma se provoca.
Un grito ahogado contra la almohada y un golpe sordo a la pared. Si las cosas pudieran importarle un poco menos. Si fuese capaz de ver la vida de diferente manera.
Necesita un cigarro, quizás dos. Pero irónicamente se había desecho ya de todos. ¿Cómo se sigue viviendo aún con tanto veneno?

No hay comentarios:

Publicar un comentario