domingo, 25 de agosto de 2013

019

El cielo tronó. El día llego. Y volví a sonreír.
Sonreí realmente. No como las sonrisas que he dedicado los últimos días. Fue una sonrisa sincera, contenía alegría, paz y esperanza. Y sobre todo contenía mi fe.
Todo se arreglara, todo volverá a colocarse en su sitio y el vacío que ahora esta instalado en mi, dejara de causarme dolor.
Al final alcanzare aquello que tanto anhelo. Porque lo merezco, porque sé que puedo.

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