A esta vida le falta alguien.
A esta vida le faltas tú.
Llevo tu nombre grabado en el alma, Mathew O’neill. Siempre
y por siempre.
Gracias por ser mi amigo incondicional, cómplice total y mi
cable a tierra.
Me hará falta eternamente tu risa, tus tonterías, tus bromas
interminables, tus canciones, tu guitarra, tu voz.
Tus abrazos a mitad de la noche, tus arrullos, tu consuelo y
esa loca manía de quererme cuidar.
De aquí al último de mis días, te amo y te extraño.
No hay comentarios:
Publicar un comentario